Durante la reunión de la Red de Niñez y Adolescencia, en el primer día de la XXVIII Asamblea y XXVII Congreso de la Federación Iberoamericana del Ombudsperson (FIO), el presidente Pablo Ulloa, agradeció que se abran espacios de esta naturaleza para intercambiar ideas que ayuden en la protección y defensa de niñas, niños y adolescentes.
“Los niños son la parte más sensible de nuestra sociedad. Esto nos lleva a trabajar unidos entre todas las Defensorías del Pueblo de Iberoamérica. No podemos permitir que sus derechos continúen siendo vulnerados, como hemos visto que sucede en distintas naciones”, dijo el presidente de la FIO, Pablo Ulloa, y Defensor del Pueblo de República Dominicana. De igual manera, el Defensor del Pueblo de Colombia, Carlos Camargo Assis, dijo que este tema conmueve y sensibiliza, razón por la cual debe ser objeto de un liderazgo de toda la sociedad y de las instituciones de derechos humanos:
“Los niños, niñas y adolescentes deben tener prioridad porque reclaman una protección especial en derechos humanos, por eso necesitamos adelantar nuevas y muchas más acciones para su protección”. La directora nacional de Unidades Especializadas de Panamá, Ana Karina Salerno, por su parte, entregó cifras alarmantes de tráfico de migrantes ilegales que llegan a su país desde Colombia. “Antes veíamos que viajaban personas solas, ahora llegan familias completas con muchos niños”, aseguró Salerno. En lo corrido de este año, socializó las cifras, han llegado 412.373 migrantes de forma irregular a ese país centroamericano, de los cuales 262.414 son venezolanos; en el 2022 ingresaron 248.284; en el 2021, 133.726; en el 2020, 8594.
Hizo un llamado para que sean implementadas acciones globales que permitan hacerle frente a la problemática de los migrantes irregulares. Entre tanto, la delegada para la Infancia, la Juventud y la Vejez de la Defensoría del Pueblo de Colombia, Vanesa Martínez, dio a conocer cómo desde la entidad nacional garante de los derechos humanos han sido emitidas varias alertas tempranas que dan cuenta de la cantidad de niñas, niños y adolescentes que están llegando al Urabá antioqueño, en zona de frontera.
A todos los presentes en la reunión, los instó a hacer una reflexión sobre la salud mental de los menores que han sido desarraigados no solamente de sus países de origen, también de sus casas, sus familias, su colegio, su entorno, y llegan a vivir a un país lejano, en unas condiciones difíciles.
A su turno, el director general de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, Gerardo Sauri Suárez, habló sobre mitos y realidades cuando se habla de niñas, niños y adolescentes. Mito: a niñas y niños les falta la capacidad o expresión para participar; realidad: al igual que los adultos, tienen distintos niveles de capacidades, pueden decir lo que les gusta y lo que les disgusta, pueden tener ideas para ofrecer ayuda a otros niños.
Mito: participar llevará a que les falten al respeto a los demás; realidad: escucharlos significa respetarlos y ayudarlos a aprender a valorar la importancia de respetar a otros.
