En el marco del Congreso FIO 2023, “Mujeres y construcción democrática: desafíos actuales”, en el panel las participantes destacaron la urgencia de abordar la violencia de género en la política como un debilitamiento de las democracias en los países de la región.
También coincidieron en que uno de los desafíos más apremiantes es la descalificación constante de las mujeres en la política a través de las redes sociales, con comentarios que se centran en su género, apariencia física y pasado personal, actitudes que perjudican la participación activa de las mujeres en la esfera política y atentan contra los principios democráticos fundamentales.
En el panel, desarrollado en el Congreso de la Federación Iberoamericana del Ombudsperson, participaron la presidenta de la Corte Constitucional de Colombia, Diana Fajardo; la Defensora de los Habitantes de Costa Rica, Angie Cruickshan Lambert; la Coordinadora de la Red de Defensorías de Mujeres de la FIO (líder de la Institución de Derechos Humanos de Canarias), Beatriz Barrera; la comisionada de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Julissa Mantilla; la comisionada de la Institución Nacional de Derechos Humanos de Honduras, Elsy Reyes, y la representante de la ONU Mujeres Colombia, María Inés Salamanca. La moderación estuvo a cargo de la directora del periódico “El Heraldo”, Érika Fontalvo.
Las defensoras y representantes de instituciones de derechos humanos de Costa Rica, Honduras y Canarias (España) afirmaron que han sido los estereotipos de género los que han llevado a que muchas mujeres se sientan inadecuadas para aspirar a cargos de elección popular y públicos, que la exclusión de las mujeres de estos roles es un obstáculo fundamental para una democracia inclusiva, y que, sin la participación plena de las mujeres, no se podrá hablar de democracia. Calificaron como imperativo que todos los países avancen hacia la paridad de género como un requisito esencial para fortalecer las democracias.
En esa medida, la implementación efectiva de las leyes de cuotas es esencial para garantizar que las mujeres no solo ocupen espacios importantes en la sociedad, sino que ejerzan un papel significativo en la construcción de las democracias. De la misma manera, las panelistas afirmaron que la eliminación de las narrativas misóginas y la promoción de un enfoque de género en la educación son pasos cruciales para lograr el fortalecimiento de la democracia con mirada de género. Además, que las instituciones y los estados deben trabajar en conjunto con los medios de comunicación, instituciones públicas, privadas, organizaciones sociales y otros actores para combatir los mensajes de odio hacia las mujeres y evitar que se normalicen.
Una de las conclusiones del panel fue que, para la construcción de nuevos caminos hacia una sociedad más equitativa, es esencial promover un diálogo inclusivo en el que todos estén presentes. Esto marcará el inicio de un proceso continuo para eliminar las barreras que impiden la plena participación de las mujeres en todos los ámbitos de la vida pública y privada. También concluyeron que las leyes y reglamentaciones son importantes, pero solo a través de la práctica y la asignación efectiva de funciones en los espacios públicos y privados se podrá modificar el patrón cultural arraigado que perpetúa la desigualdad de género.
En ese sentido, desde la Red de Defensorías de Mujeres se reafirmó el compromiso de las instituciones de derechos humanos con la promoción de los derechos de las mujeres y la igualdad de género, instando a la sociedad a unirse en la lucha contra la violencia y la discriminación de género en la política y en todos los aspectos de la vida cotidiana.
