Defensor del Pueblo solicita compromiso de los países del continente para evitar muertes como la de Antonella Sánchez

La niña de cuatro años de edad resultó ahogada luego de que intentara atravesar, junto con su abuela y otros familiares, el río Bravo en la frontera entre México y Estados Unidos.

Carlos Camargo Assis, desde la Presidencia de la FIO, continuará llamando a las naciones para que, de forma conjunta, le encuentren salidas a la crisis humanitaria derivada de la migración irregular.

Bogotá, 2 de diciembre de 2023 (@DefensoriaCol). “Como Defensor del Pueblo de Colombia y Presidente de la Federación Iberoamericana del Ombudsperson lamento la muerte de Antonella Sánchez, una niña de cuatro años de edad, quien murió ahogada en el río Bravo en la frontera entre México y Estados Unidos cuando migraba con su abuela y otros familiares”, de esta manera, Carlos Camargo Assis se refirió a la triste noticia del fallecimiento de la menor de edad, que formaba parte de una familia colombo-venezolana, radicada en el departamento del Meta.

La abuela de la niña fallecida y su pareja están desaparecidos luego de que la corriente del río Bravo se los llevara. Entre tanto, una menor de 12 años, tía de Antonella y quien logró salir por sus propios medios del río, estaría en un albergue en Estados Unidos.

“Desde la Defensoría del Pueblo acompañamos a la familia y hemos solicitado al Ministerio de Relaciones Exteriores que brinde toda la información legal a los familiares para que sea tramitada la repatriación del cuerpo de la niña fallecida. También solicitamos que sea intensificada la búsqueda de los familiares desaparecidos y brindado el acompañamiento a la niña de 12 años, que sobrevivió a la tragedia”, aseguró Carlos Camargo Assis.

La Defensoría del Pueblo ha advertido que las niñas, los niños y adolescentes en situación de movilidad son vulnerables a riesgos y violaciones de derechos en las rutas migratorias, como ser víctimas de violencia, trata de personas, discriminación, entre otros, cometidos en algunos casos por estructuras del crimen organizado.

Los menores de edad también son vulnerables a otros peligros relacionados con el paso por el Tapón del Darién, selva fronteriza entre Colombia y Panamá, largas travesías, la inclemencia del clima tropical, aguantar hambre, incluso tener que atravesar ríos caudalosos sin las mínimas medidas de seguridad (como ocurrió con Antonella, cuando estaba a punto de pisar suelo estadounidense).

“En diversos escenarios hemos insistido en una migración segura, ordenada, regular y en condiciones de dignidad humana. Seguiremos insistiendo desde la Presidencia de la FIO para que las naciones del continente, en un trabajo conjunto, encuentren salidas a esta crisis humanitaria derivada de la migración irregular. Garantizar los derechos de la población migrante que busca nuevas oportunidades fuera de sus países de origen es el deber que nos asiste”, aseguró el Defensor del Pueblo.

La creciente problemática de la migración irregular

La Defensoría del Pueblo dio a conocer en su momento el excesivo aumento de migrantes que atraviesan la frontera colombo-panameña a través de la región del Darién, incluidos niños, niñas y adolescentes (NNA) extranjeros y colombianos que, con sus familias o sin ellas, enfrentan graves riesgos de vulneración de sus derechos.

Los datos mostraron que en el primer semestre del año migraron 40.171 NNA, mientras que en el mismo periodo del 2022 cruzaron esa frontera 7.369, un incremento desbordado del 445%. La entidad conoció un dato incluso más preocupante: NNA migrando sin sus familias, lo que genera una condición mayor de vulnerabilidad.

De acuerdo con cifras del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), entre enero y octubre de este año cruzaron de Colombia al vecino país de Panamá, teniendo como ruta la espesa selva del Darién, cerca de 459.000 personas de todas las edades y de distintas nacionalidades.

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